sábado, 21 de mayo de 2016

Éric Rohmer


Procedo a hacer una reseña no sobre una película sino sobre un director, aunque basándome en las cuatro películas (de su larga obra completa) que he podido ver hasta ahora. Esta publicación sí puede leerla cualquiera con independencia de haber visto o no las películas que menciono.

Éric Rohmer fue un director francés, fallecido ya en 2010, que ejerció su carrera desde los años 50 hasta ya el 2000. Es por ello que entra de lleno en el movimiento francés cinematográfico que fue la Nouvelle Vague, movimiento de cineastas y directores que trataban de representar el mayor realismo posible en sus obras. No voy a dar mayores detalles sobre tal movimiento ya que no me he informado más allá de esto, además de que lo que busco es reflejar mi percepción personal ante las películas que voy a tratar.

Por dar más detalles sobre las características de su obra debo describir una serie de aspectos:


- En cuanto a esa motivación suya a la hora de crear estas películas, que era la de reflejar dicho realismo en el que se basa la corriente antes mencionada: Para ello, y esto es instantáneamente percibido por el espectador, buscaba y escogía actores que no fueran famosos y que no fueran a serlo; podrían ser más o menos atractivos en unos sentidos o en otros, pero no dejaban de ser personas que en la vida real aparentarían ser corrientes y que así lo reflejarían en su actuación. Además, carecerían de los atributos que tienen en común los actores famosos (llamadlo carisma, atractivo o facilidad para llamar la atención), por lo que no llegarían a ser famosos. Con esto vemos cómo realizaba su trabajo a conciencia y con ese esfuerzo por cumplir su objetivo de realizar un cine que mostrara la realidad de las relaciones humanas.

- Las historias, como lógicamente esperamos de este tipo de cine, tratan sobre dichas relaciones entre las personas, las cuales en su mayoría nos resultan familiares. Esta simplicidad no quita que se desarrollen unos personajes complejos en su forma de ser y de actuar, complejidad que podemos apreciar tanto por las conversaciones que mantienen entre sí como por sus conductas, sino que sitúa a estos complejos personajes dentro de situaciones ordinarias.
Por lo general las situaciones están planteadas alrededor de tres o cuatro personajes fundamentales, hombres y mujeres, chicos y chicas, entre los que se crea algún 'conflicto', malentendido o similar, y que es desarrollado de alguna manera u otra. No debemos entender dicha 'situación conflictiva' como un gran drama ya que, aparte de que nunca son situaciones límite, precisamente los personajes actúan con una naturalidad que evita que el espectador se tome aquello como un gran problema, sino más bien como una situación normal que se nos puede plantear en nuestro día a día. Ya tengan un feliz final o uno no tan feliz, según interprete cada uno, no son desarrollados de la manera a la que estamos acostumbrados por el cine estadounidense, sino que tal final sobreviene de una manera tranquila y relajada, sin mayores consecuencias para nadie.

- También es resaltable el tipo de 'narración' que lleva a cabo ya que los espectadores a veces somos guiados por la voz en off de algun personaje, y otras veces tan sólo contamos con los gestos y actitudes de ellos para averiguar lo que está ocurriendo. Ya sea de una manera o de la otra está magníficamente realizado.


Ahora comento las cuatro películas, en orden de menor a mayor preferencia:


La Coleccionista
Título original: La Collectionneuse.

De 1967, sus intérpretes son Patrick Bauchau, Haydée Politoff, Daniel Pommereulle y Alain Jouffroy, nombres que (algunos) se mantienen para los personajes de la historia. Pertenece a su serie de películas Seis cuentos morales.
Esta se ambienta en la costa francesa, donde Adrien, mientras su novia se va a Londres, decide pasar el verano en una especie de retiro espiritual en la casa de campo de un amigo. Allí convivirá con su amigo Daniel y con una chica, Haydée, a la que no conocían con anterioridad y la cual trastoca su, en principio apacible, vida allí ya que tiene por costumbre traer a sus amantes a casa. La consideran una 'coleccionista' por ello.
Toda la trama gira entre ellos tres (y otro personaje más, el cual es un coleccionista de obras de arte, posible comprador de Adrien), entre celos de unos y otros, dudas del protagonista y acciones que toman sin grandes consecuencias para nadie.




Esta ha sido la que menos me ha convencido hasta la fecha ya que me pareció bastante banal en cuanto a su historia. Ninguna de ellas tiene una trama especialmente llamativa por lo que ocurre, pero esta representa situaciones que me resultaron menos atractivas que las demás tratadas. Sin embargo, no deja de ser preciosa la manera en la que está rodada; las imágenes que reflejan la apacible vida que allí llevan y la estética de los personajes y de su contexto.







La rodilla de Clara
Título original: Le genou de Claire.

También perteneciente a Seis cuentos morales, y del año 1970, tiene como protagonistas a Jean-Claude Brialy, Béatrice Romand, Aurora Cornu, Laurence de Monaghan, y otros.
Trata la situación de un escritor, Jerome, que va a veranear a un precioso pueblo localizado en un lago al este de Francia. Allí retoma el contacto con su antigua amiga y pareja Aurora, la cual vive en una también preciosísima casa antigua, junto con una amiga suya y sus dos hijas adolescentes, Laura y Claire. Entonces comienzan Aurora y él un juego/apuesta consistente en tratar él de 'seducir' a cada una de las dos chicas, las cuales tienen respectivamente sus parejas y amigos. Durante todo ese tiempo podemos apreciar cuidadas conversaciones y escenas entre estos personajes, todas guiadas por la atracción de unos y otros, de una manera muy sutil y que tan solo sirven para mostrar la complejidad y el trasfondo de cada personaje.




De nuevo podemos observar el carácter transitorio de todo lo que ocurre ya que lo que ocurre sirve para mostrar y reforzar las personalidades de ellos, y no para crear un drama que exija una determinada conclusión. Lo más remarcable de esta película son, en mi opinión, las conversaciones y las imágenes (de nuevo) ya que en esto se basa la película. Encuentro muy interesante el personaje de la hija menor, Laura, en cuanto a su personalidad, mientras que Claire llama más la atención por su aspecto y actitud más bien reservada. El motivo de la película, que es ese juego que realizan los dos personajes adultos, no me llega a gustar del todo aunque gracias a ello disfrutamos de los comentarios y descripciones que realiza Jerome sobre las dos chicas además de escenas geniales por su potencial visual.








Pauline en la playa
Título original: Pauline a la plage.

Este título pertenece a la colección Comedias y Proverbios, es del año 1983 y está intepretada por Amanda Langlet, Arielle Dombasle, Pascal Greggory, Féodor Atkine y Simon de la Brosse.
Las principales protagonistas son dos primas, Marion y Pauline, donde la mayor (Marion) decide pasar las vacaciones en un pueblo costero en Normandía con su prima. Allí Marion se reencuentra con un antiguo amigo, Pierre, quien está enamorado de ella, y hacen amistad con otro hombre, Henry. Marion continúa rechazando a Pierre y consecuentemente inicia una relación con Henry, el cual ha decidido disfrutar de la vida y de las relaciones, con lo cual no se establecen los términos de dicha relación, lo cual llevará a malentendidos y conflictos más adelante. A la par Pauline conoce a Sylvain, un chico de su edad.



Esta película muestra las distintas posturas de cada personaje respecto al tema del amor y de las relaciones, cosa que se aprecia muy bien en una escena en la que los cuatro charlan sobre dicho tema. Es importante el hecho de que, al igual que ocurre en las demás películas de Rohmer, las situaciones suelen quedar inconclusas, ya que no hace falta la típica resolución de los conflictos de relaciones a la que estamos acostumbrados. Aquí nadie tiene por qué acabar con su 'pareja correspondiente', ni los sentimientos de cada uno quedar satisfechos.
De nuevo la estética, las imágenes, los colores, los lugares, etc, son dignos de mención ya que son, en mi opinión, importantes al contribuir al encanto de estas películas.








El amigo de mi amiga
Título original: L'ami de mon amie.

Por último escribo sobre esta película, también perteneciente a Comedias y Proverbio y siendo del 1987. Aquí las protagonistas son Blanche, interpretada por Emmanuelle Chaulet, y Lea, interpretada por Sophie Renoir, acompañadas de Eric Viellard interpretando a Fabien, y François-Eric Gendron haciendo de Alexandre.
Nos encontramos en un barrio periférico de París, Cergy-Pontoise, donde las dos chicas se conocen de manera fortuita, siendo Blanche una chica discreta e introvertida y Lea todo lo contrario. Se hacen amigas y comienzan a quedar para diversas actividades, al tiempo que Lea presenta a su nueva amiga a su novio Fabien, con el que tiene una relación que pasa constantemente por altibajos al ser ella tan inquieta y él reservado. Además Lea presentará a Blanche a un atractivo amigo suyo y de Fabien, Alexandre, hacia el cual se sentirá atraída. El resto de la película transcurre entre Lea intentando emparejar a los otros dos, y la difícil relación de ella y Fabien.




Esta es la que me parece la más perfecta de todas las que he tratado, ya que aquí, aparte de la gran labor (como en todas) que lleva acabo Rohmer en cuanto al análisis del aspecto psicológico de los personajes, reconozco 'características de película' más acentuadas en en las demás, lo cual inevitablemente produce en el espectador una sensación mayor de satisfacción. Aquí sí tenemos un comienzo y un final, así como el consecuente progreso y avance de la película, el cual pasa de manera más desapercibida en los otros títulos. También podemos esta vez apreciar verdaderamente el fenómeno del amor, ya que ocurre de manera más profunda que en las demás películas donde deberíamos considerar ese sentimiento más bien de atracción o encaprichamiento, así como el desarrollo de las relaciones entre los personajes. Así también es digna de mención la gran labor tanto del director como de los personajes en cuanto a representación de escenas cotidianas, especialmente en cuanto al personaje de Blanche ya que es la que más experimenta emociones y es su actuación más que su conversación la que nos guía a través de dichas emociones y sentimientos.
Por otra parte, es muy especial el entorno en el que se encuentran ya que dicho barrio se construyó junto a muchos otros en la periferia de París alrededor de los años 60. Por ello muestra una arquitectura funcionalista y práctica así como minimalista por cumplir con dicha función estética de utilidad (a quien, como a mí, le guste dicha arquitectura disfrutará enormemente con la película), mostrando zonas de carácter comunal y vecinal y proveyendo al barrio de todo lo necesario a la vez que de conexiones con la capital.

En resumen, resulta una película de género romántico pero que no va a parecerse a ninguna a las que estamos acostumbrados. Tiene mil matices y su realismo y simplicidad provocará con seguridad que cualquiera termine de verla con una sonrisa en la cara.





El cine de Éric Rohmer es lo más llamativo que he visto, y lo es precisamente por su discreción.  

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