martes, 17 de mayo de 2016

Breve introducción

Escribo esto como introducción a este blog para explicar a quien le importe o a quien esté aburrido el por qué de haberme decidido a hacerlo.

Como cualquier persona inteligente creo que mis opiniones son buenas opiniones y son interesantes, y, sin embargo, aparte de en mi cuenta de twitter en su momento, no he dedicado mucho tiempo a expresarlas. Esta decisión sí la he tomado de un día para otro; no he estado semanas planeandolo (aunque siempre había sentido inquietud por cosas relacionadas con el tema) sino que ha surgido al volver a ver por enésima vez cierta película y resultar que esto me impulsaría a querer escribir sobre ello y así transmitirlo a quien se deje transmitir.

El cine es un arte que considero socialmente en auge, quizá por la piratería o por la profusión de redes sociales actual, y del cual casi nadie se libra de disfrutar y comentar. Yo he sentido esto desde temprana edad y lógicamente no me refiero a mi infancia cuando veía las mismas películas que todos, sino ya con cierto desarrollo (rondaría yo los 13 años cuando comencé a considerarme cinéfila, aunque ese término no lo utilizásemos) y conciencia. Mi absentismo de las actividades de mis compañeros propició que pudiera dedicarme a esta clase de hobbys durante prácticamente todo mi tiempo libre, y a poder extender mi dedicación durante varios años más hasta que inevitablemente me vi absorbida, como todos, por el mundo social.

Con quince años, en cuanto tuvimos un trabajo en la escuela cuya temática era totalmente libre, realicé mis primeras (y únicas hasta ahora) críticas por escrito, aunque no eran puramente cinematográficas sino que se trataban de comparaciones y críticas de las adaptaciones cinematográficas de varios libros. Eran maneras de desahogar y plasmar ese 'amor por el cine', actividad que sólo podía hacer en casa con mis padres.

Ahora mismo, en cambio, todo el mundo habla de cine, con mayores o menores tecnicismos y conocimiento, y cada vez más personas se interesan por ver películas más allá de las grandes producciones (o eso parece). No significa que las grandes producciones no sean buenas (las hay geniales) sino que el interés por el cine debería llevarnos más allá; más allá del dinero, de la publicidad, de los actores, del país, del género, de los recursos, etc. Estar abiertos y apreciar, cuando sea adecuado, los puntos fuertes de la película que estés viendo, porque aunque la trama no te guste es posible y probable que haya otros aspectos que sí podamos apreciar.


En fin, que como el trabajo de crítico en periódicos y revistas me parece inalcanzable, aquí estoy.  

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