martes, 31 de mayo de 2016

Lost in Translation

Es una historia de amor distinta a cualquier otra que hayamos visto en el cine.
Dirigida por Sofia Coppola, estrenada en 2003, y protagonizada por Bill Murray y Scarlett Johansson trata los días en que sus dos personajes, Bob y Charlotte, se conocen en Tokyo y se enamoran.



Para los que no la hayan visto planteo la sinopsis: Bob es un hombre de mediana edad, casado y con hijos, actor, y desilusionado con la vida, que acude a Tokyo para la grabación de un anuncio. Charlotte es una joven casada que está acompañando a su marido, músico, que también tiene trabajo allí. Charlotte, por su parte, está por así decirlo en crisis y deprimida ya que a los dos años de matrimonio ya se ha dado cuenta de que no quiere a su marido, o que al menos está desencantada con él. Se alojan ambos en el mismo hotel y coinciden varias veces, lo cual provoca que vayan forjando una curiosa amistad en esos días que pasan allí.




(Como siempre, hago la correspondiente advertencia. Esta película, como muchas otras de las que hablo en mi blog, es especial por más de un aspecto y no pueden arruinarnosla por completo con ningún spoiler. Por su preciosa estética y por la forma en que está hecha disfrutaremos sí o sí viéndola, conociendo o no el final, pero esto no quita que tiene mucho más encanto y despertará en nosotros más emociones si la vemos desde cero.)



Por lo tanto, es una película que debe ser vista con la mente abierta y preparada para un ritmo lento y dulce, escasos y pausados diálogos, música envolvente y cero acción. Debemos verla para apreciar cada uno de sus aspectos, nos guste más o menos la historia, ya que es innegable lo especial que es. 
Esto responde a una serie de características apreciables en esta película:

-El planteamiento es, como ya he dicho, el de una historia de amor muy distinta a las que estamos acostumbrados a ver. Es un amor protagonizado por dos personas entre las que hay una diferencia de edad muy grande, teniendo además cada uno su propio matrimonio, y a las que no les une en principio nada más allá que la soledad en aquel lugar. Además, ¿quién imaginaría jamás una historia de amor entre Bill Murray y Scarlett Johansson? Resulta casi inconcebible.



El desenlace de este amor es también peculiar. Por un lado tenemos la parte triste de la historia, que es cuando cada uno debe volver a su vida y se separan. En la típica película no se daría dicha separación, o al menos se nos mostraría un reencuentro aunque fuera un tiempo más tarde. Aquí verdaderamente se separan, y además de una manera muy fría, en el hotel (ya que los personajes tuvieron poco antes de la partida de él una desafortunada discusión). Por otro lado la directora no ha querido dejarnos con un sabor demasiado amargo en la boca, así que plantea una última escena en la cual Bob, yéndose de la ciudad en coche, cree verla a ella caminando por una abarrotada calle y decide bajarse y correr hasta ella. Esta escena no deja de ser una despedida, pero al menos nos deja un beso, el único en toda la película, y una frase de él susurrada tan bajito que es imposible saber qué dice (aunque en internet podremos encontrar diversas teorías al respecto). ¿Todo esto qué es lo que crea? Una sensación de inmensa satisfacción para el espectador (a pesar de dicha frase, que sí o sí causa frustración). Satisfacción porque hemos podido sentir tristeza y alegría al mismo tiempo, satisfacción por estar viendo sinceros sentimientos, y satisfacción porque sabemos que es un desenlace único para una película única que no nos deja con el clásico final.



La manera en que se trata este tema hace que no nos planteemos el lado 'feo' del asunto, que es el de la infidelidad. En ningún momento, excepto por el beso del final, tienen ellos ninguna relación física. Se trata de dos personas perdidas que se encuentran el uno al otro y que se entienden, así que no lo tomamos como infidelidad. Igualmente, el inicio de su relación se da por un encuentro fortuito sin ningún ánimo más allá por parte de ninguno de los personajes. Es poco a poco y más adelante cuando vamos apreciando los preciosos matices de esta relación.

-Las interpretaciones son espectaculares. Estamos acostumbrados a ver al clásico Bill Murray irónico, pero nunca, al menos a mí así me lo parece, nos había mostrado tal profundidad y sensibilidad en sus personajes. Es una interpretación muy realista de un personaje muy real, el de un hombre cincuentón 'harto de la vida', aunque con más suavidad diremos que está desencantado. 


En cuanto a ella, a pesar de que Scarlett Johansson tenga un amplio registro de actuación habiendo pasado por gran cantidad de distintos papeles, podemos decir que es uno de los personajes que ha interpretado con más realismo. Lo interpreta con humildad y dulzura, mostrándonos a una chica inteligente pero triste por su relación con su novio, y en crisis con su vida. Y gracias a esta manera de interpretarlo nunca la he visto más preciosa que en esta película.



-El ritmo de la película también es distinto. Ya cada vez con más frecuencia se nos muestra este modo de rodar películas y de construir historias. Aquí nos encontramos con escenas donde no predomina la acción sino los simples movimientos de los personajes y la banda sonora de la película. Esto genera un ambiente entre romántico y melancólico, dominado por la soledad. Sobre todo lo apreciaremos en las escenas de ella, cuando decide visitar Tokyo sola. Aquí nos entran ganas de estar en su posición, de retomar esa soledad e independencia, y además en un lugar tan bonito como el que nos muestran.

-La música que aquí utiliza es muy característica de las películas de Sofía Coppola. Es frecuente que utilice este tipo de bandas sonoras, música denominada 'dream pop' (al parecer), además de otras canciones de distinto estilo, pero siempre buscando el protagonismo de la música en muchas escenas, como sustitutivo de los diálogos o narraciones. Encontramos claros ejemplos en otras películas de esta directora, como puede ser Las Vírgenes Suicidas o Marie Antoinette.



Querría hacer mención a varias escenas muy especiales de esta película, aunque realmente casi que cualquier escena de esta película es digna de ver una y otra vez. Realmente no hay mejor manera de apreciar este tipo de cine que simplemente viéndolo.

En primer lugar tenemos la escena en la que aparece ella sola en la habitación de hotel. Su marido ha salido por trabajo y ella está allí sola sin nada que hacer. Da vueltas por la habitación, escucha música, observa la ciudad a través de la ventana, etc. Y decide llamar a una amiga para poder contarle a alguien como se siente.



La segunda es una genial escena cómica en la película, y corresponde a cuando él va a grabar el anuncio y tiene que entenderse con los japoneses para realizarlo.



La siguiente es una de las escenas más especiales de la película, en la cual ella invita a él a que salga por Tokyo de noche con ella y unos amigos. Durante la noche van a diversos bares y locales y acaban en el apartamento de uno de ellos cantando en un karaoke.



A continuación incluyo aquella en la que están los dos en la habitación del hotel hablando profundamente sobre sus respectivas vidas.


Finalmente tenemos la última escena, aquella de la verdadera despedida de ellos dos. No tiene desperdicio para aquel que ha seguido la película, y resulta, sin ninguna duda, el final perfecto para esta historia.






Para cualquier amante del cine, del amor o de las relaciones, esta es una película perfecta. 



viernes, 27 de mayo de 2016

21 Grams

Con el repentino auge de Iñárritu debemos recordar su mejor obra: 21 Gramos.





Estrenada en 2003, es una película de historias cruzadas, protagonizada por Naomi Watts, Benicio del Toro y Sean Penn, y ante todo impactante y emotiva. Como siempre sobresale la manera en la que está grabada, pero son las interpretaciones y el realismo con el que muestran la profundidad de los personajes los que se llevan el premio.
Pertenece a su Trilogía de la Muerte, colección que comienza con Amores Perros, sigue con 21 Gramos y culmina con Babel.






Lo que las une a las tres es:

-El tipo de historia: siempre son varios personajes unidos por un nexo causal en la película; un hecho que hace que sus vidas se crucen e interaccionen de una manera u otra. De esta manera podemos ver tanto cómo se afectan los unos a los otros como lo más profundo de la personalidad y los sentimientos de los personajes.

-El formato: están montadas a base de escenas intercaladas y de esta manera se va siguiendo la historia o adivinando lo que ha ocurrido. En especial en esta película las escenas saltan tanto de personaje en personaje como de atrás hacia delante en el tiempo. Esto supone para el espectador desconcierto la primera vez que se ve la película, pero hace que vayamos uniendo en nuestra cabeza los sucesos y así adivinando lo que ha ocurrido.

A mi parecer es 21 Gramos la más perfecta de ellas, ya que los tres personajes interaccionan hasta un nivel de profundidad al que las otras dos no llegan, y además porque las interpretaciones son más que sobresalientes (lo cual no significa que me olvide de Gael García Bernal en Amores Perros ni de Rinko Kikuchi en Babel). También es la película que primero vi de la trilogía y por ello me creó grandes expectativas para las otras dos, las cuales se cumplieron sólo en parte.

Para aquellos que no hayan visto 21 Gramos, y antes de entrar en spoilers, aquí planteo como puedo una breve sinopsis (es difícil determinar qué contar y qué no por el especial formato de la película):
Los tres personajes son Christina (Naomi Watts), casada y madre de dos hijas, cuya vida cambia dramáticamente en cuestión de minutos, Paul (Sean Penn), profesor de universidad enfermo del corazón, quien aguanta esperanzado hasta poder tener un trasplante mientras la relación con su mujer (Charlotte Gainsbourg) se tambalea ante constantes discusiones, y Jack (Benicio del Toro), un ex convicto con mujer e hijos que espera, refugiándose en la religión, poder ahora encaminar mejor su vida.


(Ahora continúo para aquellos que ya hayan visto esta magnífica película. No recomiendo a los demás seguir leyéndolo, ya que la película, aunque no tenga una resolución de la situación especialmente fuera de lo normal, pierde mucho si se conocen de antemano demasiados detalles.)


Como ya he dicho, cada uno de los personajes tiene una fuerza y un desarrollo increíble.

- Por una parte Christina, ante lo increíblemente terrible que le ocurre, pasa por todas las fases por las que puede pasar una persona en su situación; tristeza, depresión, odio, etc. Además, ante su pérdida recurre de nuevo a las drogas, y aunque se nos muestra cómo 'sigue con si vida' podemos apreciar totalmente cómo lo hace de una manera vacía. Esto lo experimentamos a través de la simple actuación de la actriz sin que haya ninguna necesidad de explicación mediante diálogos ni descripciones.



- Paul también nos muestra actitudes naturales en alguien en su posición. No tiene la mejor relación con su esposa, relación que no va a mejorar en ningún momento de la película. Tras recibir el trasplante irá a hacer todo lo posible por contactar con su donante o familiares. Esta es la forma en la que contacta con Christina, ya que su marido e hijas han fallecido atropellados por un coche, el cual se ha dado a la fuga, y ha sido el corazón de su marido el que ha recibido Paul.



Yo, tras ver la película varias veces, intento entender a este personaje. A mi entender es un hombre que ha perdido bastante la motivación en la vida, sobre todo por su mujer ya que por lo que vemos no llegan nunca a entenderse además de el hecho de que a pesar de al fin recibir un nuevo corazón este será rechazado por su cuerpo, y que, de alguna manera, recupera dicha motivación al conocer a Christina.

Esta puesta en contacto de los dos personajes desemboca en una extraña relación, ya que no sabemos si estamos viendo amor, apoyo o desesperación entre ellos dos. En ningún momento es esta una relación feliz, ya que a pesar de 'estar juntos' ella no puede ni quiere olvidar al hombre que mató a su familia. Este sentimiento de odio y desesperación no se nos muestra como ha sido lo clásico en las películas, con un personaje que repentinamente se vuelve fuerte y va a buscar venganza para sus seres queridos, sino que es una mujer rota de dolor (quizá para siempre) y que se refugia tanto en el odio como en otros sentimientos, arrastrando a Paul con ella.



- Por último tenemos a Jack, el mejor de los personajes en mi opinión. No significa esto que sufra más, pero sí que es un sufrimiento distinto, el de impotencia y culpabilidad. Ha sido un error, un error humano, el que le ha hecho atropellar a la familia. Si ya para cualquiera cometer aquello debe ser terrible de afrontar, para una persona que acaba de salir de la cárcel determinado a hacerlo mejor, una persona que debe recurrir a Dios para vivir mejor, una persona que no tiene la mejor situación para su familia ni para si mismo, y que no ha recibido la mejor educación ni vive en el mejor ambiente, superar eso es casi imposible.
Él es un hombre que ha llevado hasta ese momento una vida delictiva y que ahora tras salir de la cárcel se propone cambiar su vida y la de su familia, para mejor. La vía para hacerlo va a ser recurrir a la religión (va a misa y da charlas sobre moralidad a chicos jóvenes para que también a ellos les ayude). Con esto nos encontramos con un hombre que trata de cambiar de esta manera, pero el cual está igualmente condicionado por su vida hasta ahora y por su educación. Vemos que viven en un barrio pobre y que al impartir educación y modales a sus hijos lo hace utilizando la violencia tanto física como verbal.



Y es esto lo que nos muestra Benicio del Toro con sus monólogos, conversaciones y gestos, en una perfecta interpretación por la cual debería haber recibido mil premios.


El desenlace final no tiene más misterio, ya que simplemente vemos que, al intentar Paul y Christina enfrentarse a Jack, ante la falta de defensa de él, ya que es una persona ahora invadida por la culpabilidad y por la búsqueda de redención, Paul se dispara a sí mismo a propósito (sabía que igualmente moriría al no tener un corazón válido). Esto hace que Christina y Jack se ayuden mutuamente para tratar de salvar a Paul llevándolo a un hospital. Paul sobrevive hasta el hospital pero acaba muriendo allí. Este final va a significar la desaparición de la necesidad que sentía Christina por desahogarse con Jack, ante la inminente pérdida de Paul (además su relación ha significado que ella quede embarazada de él).

No puedo dejar de comentar la escena final, la de la reflexión de Paul sobre la vida y el alma, reflexión que da nombre a esta película. Sus palabras tratan sobre la supuesta pérdida de 21 gramos de peso en el cuerpo de una persona en el momento de su muerte, gramos que se refieren a la presencia de un alma en nuestro interior. 



Habla sobre ese peso del alma, o más bien, sobre la importancia de nuestros actos y nuestras vidas en las de los demás. 





lunes, 23 de mayo de 2016

The Congress


El Congreso, de Ari Folman, es una película maravillosa. Mitad 'real action' mitad animación resulta una película sorprendente por cada uno de sus aspectos pero ante todo por el lugar al que nos transporta.




(En esta publicación hablo sobre prácticamente la película entera. No considero que leerlo deba desincentivar al espectador que aún no la haya visto ya que la base del interés que tiene esta obra es su animación, la cual será igualmente apreciable conociendo la historia de antemano. Además escribo esto mayoritariamente para personas que ya hayan visto la película, pero no deja de ser una propuesta para aquellos que puedan animarse a verla. Igualmente, ahora esto queda en manos del lector. )






Como ya he dicho, está dirigida por Ari Folman, director ya famoso por su película también de animación Vals con Bashir, estrenada en 2013, y protagonizada por Robin Wright, Harvey Keitel y Paul Giamatti, entre otros (muchos de ellos camuflados tras su versión animada). Está basada en el relato de Stanislaw Lem El Congreso de Futurología (titulo original Kongres futurologiczny), aunque viendo la película podemos observar que utiliza tal relato en la 'segunda mitad' de la película, mientras que en la primera se nos plantea un tema distinto. Yo al menos distinguí esas dos partes de la película, las cuales presentan situaciones y planteamientos distintos pero guiados por el mismo personaje, Robin Wright.







La primera parte de la película trata del personaje de Robin Wright, interpretándose a sí misma como la actriz que se hizo famosa con La Princesa Prometida pero la cual prácticamente tras eso entra en una espiral descendente en cuanto a su carrera, además de sus complicaciones en el plano familiar al tener que cuidar de dos hijos, el menor con una enfermedad degenerativa que le provoca sordera y déficit en sus otros sentidos de manera progresiva. Lo que se plantea aquí es que los estudios 'Miramount' le proponen un contrato de por vida, donde ella básicamente entrega su imagen como actriz a cambio de una cantidad de dinero. Esto es gracias a la tecnología que han diseñado, la cual permite escanear a personas y utilizarlas de manera digital posteriormente para realizar las películas. Dada su situación Robin accede.




La segunda parte de la película, realizada en su mayoría con animación, se plantea años después, con Robin viajando en coche ya que la han invitado a un Congreso Futurista (acaba de ser estrenada una película futurista con ella como protagonista, haciendo uso del contrato anteriormente firmado). Poco antes de llegar le avisan de que va a entrar en una zona reservada para la animación y, tras respirar un producto químico, entra en ella. En tal congreso, celebrado en un hotel, ella va a meterse de lleno en una masa de gente, invitados, que están constantemente cambiando de apariencia gracias a dicho compuesto químico. Tras esta presentación nos enteramos de que allí, utilizando la persona de Robin y su popularidad, van a presentar ese compuesto, el cual está tan desarrollado que te permite convertirte y ser quien quieras, anunciándolo como si se tratase del culmen de la libertad para nosotros. A partir de aquí sucede una 'revolución' de la que casi nada nos informan, y tras entrar en shock Robin, por lo grave de su situación, será congelada para despertar años después, apareciendo en una realidad muy distinta a la anterior, donde todos parecen tomar dicho compuesto y nada es como era antes. De aquí en adelante lo que guiará a Robin a través de ese nuevo mundo será el impulso de encontrar a su hijo, al que cree perdido en medio de todo aquello.







Por lo tanto nos encontramos con dos temáticas principales en esta obra:

- La primera es la pérdida de identidad por los actores ante esta tecnología que los escanea, presentándoseles como la única alternativa para seguir viviendo de su carrera de actores. Es digna de resaltar la emotiva escena en la que Al (Harvey Keitel) amigo y agente ayuda a Robin a ser escaneada, proceso en el cual debe interpretar todo un abanico de emociones para que sean recogidas, despertando en ella dichas emociones y haciéndolo mediante el recuerdo de su dura vida llena de inseguridades y de preocupación por su hijo Aaron. Es una preciosa e intensa escena que, aunque obviamente no se refiere a la totalidad de actores, nos acerca un poco más a lo que deben enfrentarse algunas personas dedicadas a este tipo de carreras.



- Por otra parte encontramos el tema de la huida de la realidad por parte de aquellas personas que consumen el compuesto químico, así como el control sobre la población mediante su utilización. Cuando Robin despierta en medio de todo aquello ya apenas nadie es como era antes ya que cada uno escoge como quiere ser y olvida su vida anterior. Es curioso fijarse atentamente en la animación e identificar a los distintos personajes históricos en los que las personas deciden transformarse. Cualquiera que aprecie el arte disfrutará con esta parte ya que, por ejemplo, podemos apreciar una de las escenas en ese nuevo 'paraíso alucinógeno' curiosamente similar al cuadro de El Bosco El Jardín de las Delicias. La cuestión es que se da cuenta de que ha perdido a su hija mayor en aquel lugar, pero que en cambio a Aaron si puede intentar recuperarlo ya que no le imagina encajando allí. Hace amistad con Dylan que le guía por todo aquello y la anima a quedarse allí con él, a pesar de que ella insiste en buscar a su hijo (debemos recordar que han pasado muchos años desde que ella fuera congelada). Las escenas finales de la película muestran cómo ella decide tomarse una pastilla que invierte los efectos alucinógenos, con lo cual volverá a aparecer en la realidad, en un mundo terrible y miserable, donde todas las personas actúan de manera mecánica y sin conciencia por los efectos químicos, y muy pocos quedan que hayan decidido no participar en aquello. Con esto apreciamos el ya clásico y muchas veces tratado tema, aunque innovador por parte de Stanislaw Lem (ya que estrenó este relato en 1971 y en el cual ya planteaba estos temas) de la evasión de la realidad a través de las drogas, además de la consiguiente fácil manipulación de todos ellos (mientras unos imaginan y experimentan cómo es ser Bowie o Jesús, son manipulados en la realidad ya que carecerán de conciencia).




No podemos dejar de apreciar la importantísima presencia de la obra de Lem, ya que esta película no deja de ser una adaptación, a pesar de la libertad que se toma el director para incluir personajes e historias. Es prácticamente una tesis que realiza en cuanto al poder de las drogas en una sociedad, analizando sus aspectos, y ante todo la capacidad de decisión de aquellos que en lugar de aceptar aquello se atreven a vivir en la realidad, por muy dura que sea.

En cuanto a otros aspectos de esta película, no puedo dejar de alabar la preciosidad de imágenes y el mundo que crea, ya que es todo y más de lo que queremos y esperamos ver cuando una película toca un tema como este. Por otra parte, el ritmo y la banda sonora de la película nos meten de lleno en ese mundo (sobre todo si se tiene la oportunidad de verla en la gran pantalla) hasta el punto de que (al menos yo lo viví así) se llegue a detestar el momento en el que nuestra protagonista decide volver a la realidad. Algunas escenas son necesarias de ver más de una vez para verdaderamente captar lo que ocurre en la escena (aún yo intento entender la escena final de la película, así que si alguien es capaz de iluminarme bienvenido sea), pero no nos impiden entender la película en su generalidad.

Ari Folman nos presenta una obra muy trabajada, de estas que ves y te preguntas cuánto les habrá costado llevarla a cabo (en cuanto a trabajo, no dinero), y que presenta un salto cualitativo respecto a su anterior película, también de animación, Vals con Bashir (título original Vals Im Bashir) aunque la estética entendemos que es distinta también por la distinta trama que contienen. En ambas distinguimos la genial manera de combinar imágenes y música, creando escenas únicas en el cine. Es una tremenda decepción ver que apenas se aprecia esta película ni este tipo de cine, hasta el punto de que casi nadie haya oído hablar de ella. Por lo tanto toda publicidad es poca.



Para concluir añado el enlace para ver el trailer de esta película.

 



sábado, 21 de mayo de 2016

Éric Rohmer


Procedo a hacer una reseña no sobre una película sino sobre un director, aunque basándome en las cuatro películas (de su larga obra completa) que he podido ver hasta ahora. Esta publicación sí puede leerla cualquiera con independencia de haber visto o no las películas que menciono.

Éric Rohmer fue un director francés, fallecido ya en 2010, que ejerció su carrera desde los años 50 hasta ya el 2000. Es por ello que entra de lleno en el movimiento francés cinematográfico que fue la Nouvelle Vague, movimiento de cineastas y directores que trataban de representar el mayor realismo posible en sus obras. No voy a dar mayores detalles sobre tal movimiento ya que no me he informado más allá de esto, además de que lo que busco es reflejar mi percepción personal ante las películas que voy a tratar.

Por dar más detalles sobre las características de su obra debo describir una serie de aspectos:


- En cuanto a esa motivación suya a la hora de crear estas películas, que era la de reflejar dicho realismo en el que se basa la corriente antes mencionada: Para ello, y esto es instantáneamente percibido por el espectador, buscaba y escogía actores que no fueran famosos y que no fueran a serlo; podrían ser más o menos atractivos en unos sentidos o en otros, pero no dejaban de ser personas que en la vida real aparentarían ser corrientes y que así lo reflejarían en su actuación. Además, carecerían de los atributos que tienen en común los actores famosos (llamadlo carisma, atractivo o facilidad para llamar la atención), por lo que no llegarían a ser famosos. Con esto vemos cómo realizaba su trabajo a conciencia y con ese esfuerzo por cumplir su objetivo de realizar un cine que mostrara la realidad de las relaciones humanas.

- Las historias, como lógicamente esperamos de este tipo de cine, tratan sobre dichas relaciones entre las personas, las cuales en su mayoría nos resultan familiares. Esta simplicidad no quita que se desarrollen unos personajes complejos en su forma de ser y de actuar, complejidad que podemos apreciar tanto por las conversaciones que mantienen entre sí como por sus conductas, sino que sitúa a estos complejos personajes dentro de situaciones ordinarias.
Por lo general las situaciones están planteadas alrededor de tres o cuatro personajes fundamentales, hombres y mujeres, chicos y chicas, entre los que se crea algún 'conflicto', malentendido o similar, y que es desarrollado de alguna manera u otra. No debemos entender dicha 'situación conflictiva' como un gran drama ya que, aparte de que nunca son situaciones límite, precisamente los personajes actúan con una naturalidad que evita que el espectador se tome aquello como un gran problema, sino más bien como una situación normal que se nos puede plantear en nuestro día a día. Ya tengan un feliz final o uno no tan feliz, según interprete cada uno, no son desarrollados de la manera a la que estamos acostumbrados por el cine estadounidense, sino que tal final sobreviene de una manera tranquila y relajada, sin mayores consecuencias para nadie.

- También es resaltable el tipo de 'narración' que lleva a cabo ya que los espectadores a veces somos guiados por la voz en off de algun personaje, y otras veces tan sólo contamos con los gestos y actitudes de ellos para averiguar lo que está ocurriendo. Ya sea de una manera o de la otra está magníficamente realizado.


Ahora comento las cuatro películas, en orden de menor a mayor preferencia:


La Coleccionista
Título original: La Collectionneuse.

De 1967, sus intérpretes son Patrick Bauchau, Haydée Politoff, Daniel Pommereulle y Alain Jouffroy, nombres que (algunos) se mantienen para los personajes de la historia. Pertenece a su serie de películas Seis cuentos morales.
Esta se ambienta en la costa francesa, donde Adrien, mientras su novia se va a Londres, decide pasar el verano en una especie de retiro espiritual en la casa de campo de un amigo. Allí convivirá con su amigo Daniel y con una chica, Haydée, a la que no conocían con anterioridad y la cual trastoca su, en principio apacible, vida allí ya que tiene por costumbre traer a sus amantes a casa. La consideran una 'coleccionista' por ello.
Toda la trama gira entre ellos tres (y otro personaje más, el cual es un coleccionista de obras de arte, posible comprador de Adrien), entre celos de unos y otros, dudas del protagonista y acciones que toman sin grandes consecuencias para nadie.




Esta ha sido la que menos me ha convencido hasta la fecha ya que me pareció bastante banal en cuanto a su historia. Ninguna de ellas tiene una trama especialmente llamativa por lo que ocurre, pero esta representa situaciones que me resultaron menos atractivas que las demás tratadas. Sin embargo, no deja de ser preciosa la manera en la que está rodada; las imágenes que reflejan la apacible vida que allí llevan y la estética de los personajes y de su contexto.







La rodilla de Clara
Título original: Le genou de Claire.

También perteneciente a Seis cuentos morales, y del año 1970, tiene como protagonistas a Jean-Claude Brialy, Béatrice Romand, Aurora Cornu, Laurence de Monaghan, y otros.
Trata la situación de un escritor, Jerome, que va a veranear a un precioso pueblo localizado en un lago al este de Francia. Allí retoma el contacto con su antigua amiga y pareja Aurora, la cual vive en una también preciosísima casa antigua, junto con una amiga suya y sus dos hijas adolescentes, Laura y Claire. Entonces comienzan Aurora y él un juego/apuesta consistente en tratar él de 'seducir' a cada una de las dos chicas, las cuales tienen respectivamente sus parejas y amigos. Durante todo ese tiempo podemos apreciar cuidadas conversaciones y escenas entre estos personajes, todas guiadas por la atracción de unos y otros, de una manera muy sutil y que tan solo sirven para mostrar la complejidad y el trasfondo de cada personaje.




De nuevo podemos observar el carácter transitorio de todo lo que ocurre ya que lo que ocurre sirve para mostrar y reforzar las personalidades de ellos, y no para crear un drama que exija una determinada conclusión. Lo más remarcable de esta película son, en mi opinión, las conversaciones y las imágenes (de nuevo) ya que en esto se basa la película. Encuentro muy interesante el personaje de la hija menor, Laura, en cuanto a su personalidad, mientras que Claire llama más la atención por su aspecto y actitud más bien reservada. El motivo de la película, que es ese juego que realizan los dos personajes adultos, no me llega a gustar del todo aunque gracias a ello disfrutamos de los comentarios y descripciones que realiza Jerome sobre las dos chicas además de escenas geniales por su potencial visual.








Pauline en la playa
Título original: Pauline a la plage.

Este título pertenece a la colección Comedias y Proverbios, es del año 1983 y está intepretada por Amanda Langlet, Arielle Dombasle, Pascal Greggory, Féodor Atkine y Simon de la Brosse.
Las principales protagonistas son dos primas, Marion y Pauline, donde la mayor (Marion) decide pasar las vacaciones en un pueblo costero en Normandía con su prima. Allí Marion se reencuentra con un antiguo amigo, Pierre, quien está enamorado de ella, y hacen amistad con otro hombre, Henry. Marion continúa rechazando a Pierre y consecuentemente inicia una relación con Henry, el cual ha decidido disfrutar de la vida y de las relaciones, con lo cual no se establecen los términos de dicha relación, lo cual llevará a malentendidos y conflictos más adelante. A la par Pauline conoce a Sylvain, un chico de su edad.



Esta película muestra las distintas posturas de cada personaje respecto al tema del amor y de las relaciones, cosa que se aprecia muy bien en una escena en la que los cuatro charlan sobre dicho tema. Es importante el hecho de que, al igual que ocurre en las demás películas de Rohmer, las situaciones suelen quedar inconclusas, ya que no hace falta la típica resolución de los conflictos de relaciones a la que estamos acostumbrados. Aquí nadie tiene por qué acabar con su 'pareja correspondiente', ni los sentimientos de cada uno quedar satisfechos.
De nuevo la estética, las imágenes, los colores, los lugares, etc, son dignos de mención ya que son, en mi opinión, importantes al contribuir al encanto de estas películas.








El amigo de mi amiga
Título original: L'ami de mon amie.

Por último escribo sobre esta película, también perteneciente a Comedias y Proverbio y siendo del 1987. Aquí las protagonistas son Blanche, interpretada por Emmanuelle Chaulet, y Lea, interpretada por Sophie Renoir, acompañadas de Eric Viellard interpretando a Fabien, y François-Eric Gendron haciendo de Alexandre.
Nos encontramos en un barrio periférico de París, Cergy-Pontoise, donde las dos chicas se conocen de manera fortuita, siendo Blanche una chica discreta e introvertida y Lea todo lo contrario. Se hacen amigas y comienzan a quedar para diversas actividades, al tiempo que Lea presenta a su nueva amiga a su novio Fabien, con el que tiene una relación que pasa constantemente por altibajos al ser ella tan inquieta y él reservado. Además Lea presentará a Blanche a un atractivo amigo suyo y de Fabien, Alexandre, hacia el cual se sentirá atraída. El resto de la película transcurre entre Lea intentando emparejar a los otros dos, y la difícil relación de ella y Fabien.




Esta es la que me parece la más perfecta de todas las que he tratado, ya que aquí, aparte de la gran labor (como en todas) que lleva acabo Rohmer en cuanto al análisis del aspecto psicológico de los personajes, reconozco 'características de película' más acentuadas en en las demás, lo cual inevitablemente produce en el espectador una sensación mayor de satisfacción. Aquí sí tenemos un comienzo y un final, así como el consecuente progreso y avance de la película, el cual pasa de manera más desapercibida en los otros títulos. También podemos esta vez apreciar verdaderamente el fenómeno del amor, ya que ocurre de manera más profunda que en las demás películas donde deberíamos considerar ese sentimiento más bien de atracción o encaprichamiento, así como el desarrollo de las relaciones entre los personajes. Así también es digna de mención la gran labor tanto del director como de los personajes en cuanto a representación de escenas cotidianas, especialmente en cuanto al personaje de Blanche ya que es la que más experimenta emociones y es su actuación más que su conversación la que nos guía a través de dichas emociones y sentimientos.
Por otra parte, es muy especial el entorno en el que se encuentran ya que dicho barrio se construyó junto a muchos otros en la periferia de París alrededor de los años 60. Por ello muestra una arquitectura funcionalista y práctica así como minimalista por cumplir con dicha función estética de utilidad (a quien, como a mí, le guste dicha arquitectura disfrutará enormemente con la película), mostrando zonas de carácter comunal y vecinal y proveyendo al barrio de todo lo necesario a la vez que de conexiones con la capital.

En resumen, resulta una película de género romántico pero que no va a parecerse a ninguna a las que estamos acostumbrados. Tiene mil matices y su realismo y simplicidad provocará con seguridad que cualquiera termine de verla con una sonrisa en la cara.





El cine de Éric Rohmer es lo más llamativo que he visto, y lo es precisamente por su discreción.  

miércoles, 18 de mayo de 2016

The Village

He aquí la película que da luz a este blog.

Obra de M. Night Shyamalan, del 2004, con protagonistas interpretados por nada más y nada menos que Bryce Dallas Howard, Joaquin Phoenix, Adrien Brody, William Hurt, Sigourney Weaver, y otros menos trascendentales, y cuyo género es catalogable como suspense aunque aporte mucho más que simplemente esta sensación.

La trama gira entorno a un pueblo construido en el claro de un bosque, cuya sociedad genera dudas en el comienzo y durante casi toda la duración de la película ya que no se deja claro el contexto en el cual se encuentran, y es usual que el espectador dude de si estamos situados en el siglo XVII o si se trata de un modo de vida al estilo de los amish. La cuestión es que un grupo reducido de habitantes conviven allí de esta manera, guiados por varios adultos llamados 'el Consejo' y siempre con la prohibición de entrar en el bosque. Esto se debe a que ciertas criaturas habitan en dicho bosque y es gracias a un pacto que se realizó en su momento que los habitantes del pueblo pueden vivir allí, siempre que no importunen a los otros. En función de esto hacen su vida; realizan ciertos sacrificios para las criaturas, visten con los colores adecuados y huyen del color 'malo', nunca salen de ese claro y no hablan de la 'ciudad' más que para recordarse los unos a los otros lo terrible y cruel que es.


(Si el lector no ha visto la película debería dejar de leer ahora ;). )

Dos jóvenes enamorados y distintos a los demás habitantes son los protagonistas de la película ya que a raíz de varios acontecimientos y de un accidente la chica, que para colmo es ciega, debe, incumpliendo con la tradición y el pacto, internarse en el bosque, ir hasta la ciudad y buscar ayuda.
En resumen, lo que finalmente se descubre (sólo al público ya que los personajes continuarán en la misma inopia) es que los adultos del Consejo, tras sufrir dolorosas pérdidas de familiares, habían decidido construir aquel pueblo para así criar a esa sociedad al margen del mundo, y utilizaban a las ficticias criaturas y demás mitos para impedir que nadie abandonase el pueblo.

Este final no deja de ser un 'plot twist' (básicamente gracias a los cuales este director ha alcanzado su fama) estupendo aunque para algunos un tanto predecible, pero el cual, a diferencia de en otras películas, no debe ser lo que nos haga maravillar al verla. Verdaderamente 'El Bosque' es una obra que no tiene desperdicio ya que cada uno de sus aspectos es especial y ha sido realizado con cuidado.
Comenzando por lo básico:

- La historia es llamativa, sobre todo por el hecho de comenzar viendo la película creyendo que estamos viendo una de miedo y más tarde averiguar que no es nada de eso. La idea es preciosa pero no por su formato ni por la excusa del bosque y las criaturas para desarrollarla, sino por su significado, tema tantas veces tratado pero nunca de esta manera. El giro que da al final ha sido muy criticado por su previsibilidad, pero yo sigo insistiendo en que no debe ser nuestro principal centro de atención ya que es necesario para explicar el por qué de la película pero a la vez el hecho de que no sea repentino e inesperado hace que la situación sea mucho más realista. Además de que no creo que el director buscase el efectismo sino más bien un sutil planteamiento del tema. Igualmente no nos deja sin escenas de tensión donde prima nuestro desconocimiento de lo que está ocurriendo, escenas dominadas por la incomodidad que crea acompañada de una genial banda sonora.

Aquí incluyo una preciosa y a la vez intensa escena; aquella en la que esas criaturas desconocidas han entrado en el pueblo:


- Los personajes son otra perlita, ya que son no sólo realistas sino que están llenos de fuerza, a su manera. La principal protagonista, Ivy Walker, es una preciosa chica ciega, hija del principal gobernante del Consejo, y que parece darse cuenta de más cosas que cualquier otro. Ella será, irónicamente ya que es ciega, la que entre en el bosque para llegar a la ciudad. Lucius Hunt, el cual se convierte en pareja de ella tras la confesión de un amor largamente guardado, es un chico callado y reservado aunque inquieto por los temas de la aldea y que continuamente se replantea la existencia de esa comunidad. Por último, por ser especial su mención aquí, tenemos al padre de Ivy, Edward Walker, el cual fundó junto a varios otros ese pueblo. Son importantes sus discursos ya que es guía de los pensamientos y sensaciones de los aldeanos. Lo que realmente considero trascendental en él es su evolución, la cuál quizá no se observe tan bien en los demás personajes, ya que siendo él el principal artífice de la creación de esa sociedad será quien más se replantee su existencia allí, a raíz de los sucesos.

- La factura de la película es especial, tanto por las imágenes tomadas como por la música delicadamente escogida para cada momento, formando ambas un ambiente clásico y misterioso perfecto para esta historia.


La cuestión principal de esta película es la que se plantea ya abiertamente una vez que Ivy se decide a ir al pueblo para salvar a Lucius, no sin antes consultar a su padre ya que debe darle su aprobación, apareciendo la duda sobre si verdaderamente vivir en aquel lugar es la mejor opción. No es la primera vez que se plantea el tema, ya que la película comienza con el entierro de un chico, hijo de uno de los del Consejo, muerte que provoca en Lucius la necesidad de ir a la ciudad y averiguar si allí podrían conseguir medicinas que hagan su vida en el pueblo mejor (sin embargo se le negará continuamente esa opción). Al Ivy pedirle a su padre permiso es cuando Edward se da cuenta de que lo correcto es dejarla ir. De hecho, una vez ya decidido, plantea su decisión al resto del Consejo, suscitando en algunos de ellos quejas y dudas por el incumplimiento de 'el pacto', y en otros el reconocimiento de que si habían acudido a ese lugar a vivir para evitar el 'mal' no podían negarle a la chica la oportunidad de salvar a Lucius.


'El Bosque' es una película extremadamente recomendable y con la que yo disfruto una y otra vez. Precisamente es por eso, el poder verla cada poco tiempo sin cansarme ni aburrirme, lo que la hace una buena película ya que no depende del efectismo y la ignorancia de la primera vez que es vista para su disfrute.